09 mayo 2025

Washington, China y Lima: ¿Qué nos importa a los puneños?

Por Aldo Hernán Zanabria Gálvez

Una nueva advertencia desde Washington sacude el tablero geopolítico del Perú. El Secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, ha sido claro y directo al señalar que China no coopera, sino que domina. Que el puerto de Chancay, financiado por capitales chinos, no es solo una obra de infraestructura, sino una cabeza de playa estratégica para los intereses de Pekín en Sudamérica. Mientras en Lima se discute a qué potencia rendirle cuentas, en Puno seguimos siendo los mismos espectadores olvidados de siempre.



¿De qué nos sirve que Estados Unidos y China peleen por el Perú si nuestra región sigue siendo ignorada en los grandes proyectos nacionales? ¿De qué nos sirve el puerto de Chancay si nuestros productos artesanales, nuestra quinua, nuestra carne de alpaca o nuestro turismo no tienen un solo proyecto logístico serio que nos conecte a esos mercados globales?

Mientras las élites limeñas y los analistas discuten sobre geopolítica, en Puno seguimos esperando la inversión que nunca llega. No tenemos un aeropuerto internacional competitivo, no tenemos una carretera de estándar exportador hacia el Pacífico, y mucho menos políticas claras que articulen nuestra producción con los grandes mercados. Ni China ni Estados Unidos se preocupan por el altiplano si desde Lima no se exige una inclusión real en estos acuerdos o advertencias.

Sin embargo, esta advertencia también debe hacernos abrir los ojos. ¿Queremos que la costa central del Perú siga concentrando el poder y la inversión, mientras Puno solo se queda con los discursos? Esta es una oportunidad para exigir que cualquier política exterior del Perú contemple a todas las regiones, que el desarrollo no solo se mida en toneladas que salen de Chancay, sino en el bienestar que llega hasta las alturas del Titicaca.

Necesitamos una política regional que nos conecte con el mundo, que nos permita aprovechar estas disputas de potencias para obtener inversión real en infraestructura, educación tecnológica, innovación y turismo. Puno puede ser un puente bioceánico, puede ser el corazón de la conectividad andina, pero para eso necesitamos liderazgo, visión y voluntad.

Que Lima discuta con Washington y Pekín. Nosotros, los puneños, debemos levantar la voz y decir: si el Perú se sienta a negociar, que lo haga con todo el país, no solo con Lima. Si hay una disputa global, que Puno también gane.



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