28 diciembre 2025

Puno 2025: Un año de rezagos estructurales y la urgente necesidad de una agenda de desarrollo


Aldo Zanabria

Al cerrar el año 2025, el panorama socioeconómico y institucional de la región Puno obliga a una reflexión profunda más allá de los titulares periodísticos: los rezagos estructurales son persistentes y demandan un enfoque estratégico de largo plazo, con datos que así lo confirman.

Competitividad regional: un desafío estructural

Los resultados del Índice de Competitividad Regional – INCORE 2025, elaborado por el Instituto Peruano de Economía (IPE), ubican a Puno en el puesto 23 de 25 regiones del Perú con un puntaje general de 4.2 en una escala de 0 a 10, lo que la posiciona consistentemente en los lugares más bajos del ranking nacional. 

Este resultado no es un dato aislado, sino el reflejo de debilidades en pilares clave como infraestructura, instituciones, salud, educación y entorno económico, dimensiones que inciden directamente en la competitividad y en la calidad de los servicios disponibles para la población. 

Persistencia de brechas sociales

Si bien el INCORE no incluye en su reporte específico cifras de anemia, informes previos y análisis regionales han señalado que la prevalencia de anemia en niños menores de tres años ha sido tradicionalmente muy alta en Puno, constituyéndose en un indicador crítico del rezago en salud pública. 

A esto se suman brechas históricas en acceso a servicios básicos —como agua, saneamiento y electricidad en escuelas y comunidades rurales— que limitan la igualdad de oportunidades en educación y salud. En el ranking del INCORE, estas carencias se traducen en posiciones rezagadas en pilares que marcan la competitividad regional. 

Asimismo, diversos datos macroeconómicos históricos muestran que Puno mantiene niveles de pobreza superiores al promedio nacional, lo que profundiza las desigualdades estructurales que afectan al bienestar de la población. 

Economía y sostenibilidad del crecimiento

Aunque algunos trimestres de 2025 registraron crecimiento económico moderado en Puno, hubo periodos en que la economía regional se contrajo, reflejando volatilidad y fragilidad estructural que requieren políticas públicas sostenidas y cohesionadas. 

El desafío aquí es aprovechar las ventajas comparativas de la región –por ejemplo, su potencial productivo agropecuario, cultural y turístico– mediante inversiones que fortalezcan la productividad, reduzcan la informalidad laboral y mejoren la infraestructura productiva.

Instituciones, confianza y gobernanza

Más allá de los datos de competitividad, la percepción ciudadana sobre la gestión pública tiene un impacto real en la confianza social y en la gobernanza democrática. Un entorno en el que la población percibe deficiencias en la gestión institucional —sea regional o local— limita el capital social necesario para impulsar consensos y políticas de largo plazo. En este sentido, los informes de auditorías y las alertas de control institucional deben traducirse en reformas efectivas de gestión pública y transparencia.

Seguridad ciudadana: un síntoma de fragilidad estatal

El fenómeno de inseguridad y delincuencia en el Perú, que se ha mantenido como un problema relevante entre 2021 y 2025, impacta también en regiones como Puno, donde la percepción de inseguridad alimenta la sensación de precariedad institucional y desconfianza en las autoridades. 

Conclusión y agenda 2026

Si bien los informes de competitividad muestran un diagnóstico claro de rezagos y deficiencias, también sirven como evidencia para orientar políticas públicas focalizadas. Para 2026 es urgente que:

Se diseñen e implementen planes integrales de desarrollo regional, que prioricen infraestructura, salud, educación, formalización laboral y mejora de servicios básicos.

Se fortalezcan las capacidades institucionales con mayor transparencia en la gestión pública, rendición de cuentas y participación ciudadana efectiva.

Se promueva una gobernanza colaborativa, que articule gobiernos locales, sociedad civil y sector privado para reducir inequidades y generar desarrollo sostenible.

Se monitoree y evalúe con datos confiables y periódicos el impacto de las políticas públicas, promoviendo ajustes oportunos basados en evidencia.

Puno no necesita solo diagnósticos de crisis; necesita una agenda de desarrollo sostenible, con metas concretas, monitoreo transparente y compromiso ciudadano e institucional.

Referencias

Instituto Peruano de Economía. Resultados del INCORE 2025: competitividad regional.

https://incore-spaces.nyc3.cdn.digitaloceanspaces.com/documents/incore-2025-resultados.pdf 

INCORE Perú. Puno ocupa el puesto 23 del INCORE 2025, su posición más baja desde 2016.

https://incoreperu.pe/noticias/puno-ocupa-el-puesto-23-del-incore-2025-su-posicion-mas-baja-desde-el-2016 

RCR Perú. INCORE 2025: Puno es una de las regiones menos competitivas.

https://www.rcrperu.com/ipe-indice-de-competitividad-regional-incore-2025-inseguridad-y-gestion-publica-restan-competitividad-a-lima-metropolitana-y-callao/ 

Datos sobre pobreza en Perú. Wikipedia.

https://es.wikipedia.org/wiki/Pobreza_en_el_Per%C3%BA 

Artículo del índice de competitividad y anemia infantil. Facebook/IPE.

https://www.facebook.com/RadioPublicaPE/posts/incore-2025-seg%C3%BAn-el-%C3%ADndice-de-competitividad-regional-puno-es-una-de-las-region/1217895677017273/ 

Contexto de inseguridad ciudadana en Perú. Wikipedia.

https://es.wikipedia.org/wiki/Crisis_de_seguridad_en_Per%C3%BA_%282021-presente%29 

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