19 abril 2022

ECONOMIA PERUANA

 

Aldo Hernán Zanabria Gálvez  aldo.zanabria@unap.edu.pe 951925511

 

Cuáles son los principales avances y los principales obstáculos de la economía peruana

Desde sus orígenes, el modelo de crecimiento peruano se basó en la exportación de productos minerales metálicos, no metálicos, y algunos agropecuarios en un contexto de dualismo y dependencia, entendido este no como la contraposición entre economía agropecuaria e industria, sino como la convivencia entre grandes empresas monopólicas de capital extranjero que explotan recursos naturales a gran escala (enclaves) y la pequeña empresa nacional.

A partir de los 2000, el boom de las commodities y las bajas tasas de interés internacionales le permitieron a Perú crecer durante catorce años consecutivos y mejorar la mayoría de sus indicadores socio-económicos. Sin embargo, como se demostró en el trabajo, el modelo minero-exportador generó una economía muy dependiente de los vaivenes del ciclo económico y de las grandes potencias, además de que no logró integrar al resto de la economía.

En este sentido, desde la llegada de los españoles el modelo de desarrollo peruano parece haber cambiado muy poco: su inserción en el mercado internacional se basa en la exportación de minerales metálicos a la vez que depende de la importación bienes de capital y tecnología con que explotar estos recursos, además de una amplia gama de bienes de consumo final, incluido alimentos.

La necesidad de la creación de ejes transversales para el desarrollo y el fortalecimiento de las complementaciones y la dimensión regional, son sumamente importantes en el libro.

 

Explique los factores que explican el desempeño desigual de la economía peruana.

En el nuevo contexto de bajo crecimiento, la reducción de la pobreza debe ir acompañada de políticas que tengan el objetivo de reducir la desigualdad. Estas políticas deberán, por un lado, impulsar el crecimiento de las actividades productivas orientadas al mercado interno y, por el otro, propiciar un shock de demanda mediante el incremento del gasto social. Así, ofrecerán el beneficio adicional de contribuir a reducir las brechas en el acceso a los bienes públicos de calidad, lo cual, a su vez, reducirá la desigualdad de oportunidades. La viabilidad de una estrategia alternativa de desarrollo en este nuevo contexto requiere de una visión distinta de la política tributaria que, a diferencia de los marcos en los países vecinos, no ha sido usada como un instrumento de política para lograr una mayor justicia redistributiva. Los montos necesarios para cerrar la brecha de pobreza representan apenas el 2,9% del gasto de los hogares no pobres en 2015. Está muy extendida la idea de que después de la espectacular reducción de la pobreza registrada en la última década, sería más difícil reducir la pobreza y la desigualdad en la medida que los hogares que aún no han salido de la pobreza se encuentran muy por debajo de la línea de pobreza. Sin embargo, esa idea no resiste la prueba de los datos: la reducción de la pobreza mencionada estuvo acompañada por una reducción de las brechas de pobreza. El bajo nivel de endeudamiento y las reservas acumuladas durante las fases de alto crecimiento (tanto en términos de divisas como de reservas fiscales) dan un amplio margen para aplicar políticas de distribución a través de un mayor gasto social, mejorando la cobertura de calidad en la educación, la salud y la universalización de los programas sociales. El efecto redistributivo de ambos tipos de intervención en los países de la región dista mucho de los niveles observados en los países de la OCDE.

El caso peruano combina una fuerte dependencia de las materias primas con políticas distributivas directas (programas de transferencias condicionadas) y políticas distributivas indirectas (distribución del canon y las regalías mineras y petroleras a las autoridades locales). La vulnerabilidad de este modelo social se pondrá de manifiesto en la nueva fase de crecimiento débil o moderado y afectará simultáneamente a los ingresos fiscales y a su capacidad distributiva, así como a los ingresos de los hogares. En este contexto, donde la tasa impositiva y la base fiscal son bajas y el gasto social aumenta a duras penas, la fragilidad del modelo de crecimiento no podrá ser remediada sin un pacto social a favor de una mejor distribución de los ingresos, lo cual supone aumentar la presión fiscal sobre los ingresos con el fin de financiar el gasto social en favor de los hogares más pobres. El contexto político peruano actual, y las preferencias de la población, son poco favorables a esta opción. Sin embargo, el problema de la seguridad ciudadana, que está, sin duda, asociada a la desigual distribución de los frutos del crecimiento, se ha convertido en la principal prioridad entre la población y podría presionar al Estado peruano para que lleve a la práctica una mayor redistribución o una mayor represión. El nuevo gobierno tendrá que resolver este dilema.

 

Explique la relevancia y límites de factores que impulsan el crecimiento desigual de la economía peruana.

La desigualdad no solo es económica, sino que también se traslada a otras áreas. El centralismo es un problema estructural que se arrastra desde hace siglos. Durante el Virreinato, Lima fue el ombligo del poder político, económico y cultural. Por la forma de organización colonial, poco se podía hacer en el país sin los permisos de la burocracia capitalina.

Ante la carencia de un proyecto efectivo de desarrollo descentralizado de la economía durante la República, hoy tenemos que Lima continúa acaparando las principales actividades económicas, el poder político, los mejores servicios y oportunidades, razón por la cual concentra una mayor cantidad de población.

El perverso centralismo desconfigura la equidad en los servicios públicos y privados en las áreas de educación, salud y acceso a la justicia, entre otros sectores.

Explique las posibilidades de hacer ajustes al modelo económico a partir de los límites que impone la realidad institucional

Compare las visiones sobre el modelo económico

Esta visión ignora de alguna manera las crecientes ineficiencias en la economía, la reducción gradual (pero continua) de las capacidades del sector público, la persistencia de los problemas de productividad, desigualdad y empleo, y la enorme dependencia del crecimiento de los últimos años de los altos precios de materias primas. Asimismo, sin una mejora continua en las políticas públicas, las tasas actuales de crecimiento no se sostendrán, como ya ha ocurrido con muchos países en el pasado.

La segunda visión comparte, en nuestra opinión, los aciertos y desaciertos de la primera. Además, propone una mejor distribución de la riqueza que se ha generado con la expansión de la economía en la última década y enfatiza correctamente la necesidad de elevar el estándar de la política social y potenciar en términos de recursos los programas sociales, algo que ya comenzó con la creación del Midis.

La tercera visión reconoce acertadamente que el boom de materias primas explica una parte importante del crecimiento de los últimos años y que la economía está todavía muy poco diversificada. Esto la hace no solo vulnerable, sino que puede eventualmente afectar el crecimiento.

Parte de lo que ha ocurrido en el país, especialmente en la última década, está determinado por una situación externa extraordinaria, donde las cotizaciones de las materias primas que exportamos subieron a niveles nunca antes observados.

 

Fuente: Ghezzi, Piero; Gallardo José, QUE SE PUEDE HACER CON EL PERÚ “Ideas para sostener el crecimiento económico en el largo plazo” UNIVERSIDAD DEL PACIFICO.

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