Por; Aldo Zanabria
El reciente informe del INEI sobre el acceso y uso de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en el primer trimestre de 2025 nos brinda una radiografía clara del estado de la conectividad en el país. El dato más revelador es que 95,6 % de los hogares peruanos cuentan con al menos una TIC, lo que confirma una alta penetración tecnológica. Sin embargo, al revisar los indicadores en detalle, se evidencia una profunda desigualdad territorial, social y educativa.
En Lima Metropolitana, más del 80 % de los hogares accede a Internet, mientras que en las zonas rurales la cifra apenas alcanza el 20,5 %. En términos de uso personal, 89,1 % de los limeños se conecta a Internet, frente a un 52,4 % en el campo. Esta diferencia no solo refleja la falta de infraestructura, sino también la carencia de políticas públicas sostenidas que promuevan una conectividad equitativa.
El nivel educativo es otro factor crítico: mientras que el 98 % de quienes tienen estudios universitarios utilizan Internet, solo lo hace un 43 % de la población con primaria o menos. Esto confirma que la educación y la conectividad avanzan de la mano, y que sin inversión en ambos frentes se perpetúa un círculo de exclusión.
En cuanto a dispositivos, el celular es el principal medio de acceso (90 %), lo que muestra que la expansión digital en el Perú se da sobre todo en el entorno móvil. No obstante, la baja tenencia de computadoras (36,8 %) limita la posibilidad de desarrollar habilidades digitales avanzadas necesarias para la educación superior y el trabajo especializado.
Conclusiones
1. El Perú avanza en cobertura, pero con grandes brechas: La masificación de la telefonía móvil no garantiza una conectividad inclusiva si Internet sigue siendo inaccesible en las áreas rurales.
2. La desigualdad educativa se refleja en el uso digital: Quien tiene más estudios, tiene más oportunidades de acceso, ampliando la brecha de exclusión social.
3. El celular es un arma de doble filo: facilita el acceso inmediato, pero limita el desarrollo de competencias tecnológicas más complejas.
¿Qué debería hacerse en Puno?
1. Inversión en infraestructura digital rural: llevar fibra óptica y servicios de Internet a comunidades alejadas debe ser una prioridad, acompañada de tarifas diferenciadas que reduzcan el costo de acceso.
2. Programas de alfabetización digital: fortalecer las capacidades tecnológicas en escuelas, comunidades campesinas y poblaciones adultas mayores para garantizar un uso efectivo de las TIC.
3. Articulación con universidades y gobiernos locales: promover proyectos de innovación tecnológica desde Puno, que respondan a las necesidades de la región, como telemedicina, educación virtual y comercio digital.
4. Fomento del emprendimiento digital: impulsar que jóvenes y profesionales puneños utilicen la tecnología no solo como consumidores, sino como creadores de soluciones en turismo, cultura, artesanía y agroindustria.
5. Políticas con enfoque intercultural: garantizar que los contenidos digitales sean accesibles en quechua y aimara, fortaleciendo la identidad regional en el entorno digital.
La transformación digital no puede entenderse solo como un avance tecnológico, sino como una política social. En Puno, donde la geografía y las condiciones socioeconómicas presentan retos particulares, la conectividad es un derecho y una herramienta para el desarrollo humano.
Referencia:
Instituto Nacional de Estadística e Informática. (27 de junio de 2025). Las tecnologías de información y comunicación en los hogares: Ene‑Feb‑Mar 2025 [Informe técnico]. Retrieved from https://m.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/boletines/informe-tecnico_tecnologiasdelainformacion_ene_feb_mar2025.pdf